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miércoles, 24 de septiembre de 2008

25 de octubre, la salsa en venezuela


Muchos creen que toda la Salsa en Venezuela se remite al gran Oscar D’León, pero en el pasado y en el presente destacan grandes músicos y grandes orquestas que demuestran el potencial musical de un país que, lastimosamente, sólo ha sabido vender “Mises” y Petróleo, pero que perfectamente puede convertirse en una gran potencia turística, industrial y sobre todo musical. El Festival de Salsa Internacional que acaban de organizar es una muestra de que quieren abrirse al mundo y lo mejor es que, en materia de Salsa, tienen mucho que decir.
Venezuela es un país con una situación geográfica privilegiada, al norte de Sur América y como tal, ha sabido poner su granito de arena en el complejo rompecabezas musical del Caribe y concretamente en la Salsa.
Haciendo un pequeño repasito a la historia de este país nos encontramos con un punto crucial o de arranque para todos los músicos venezolanos: el descubrimiento y explotación del llamado oro negro. Tras 30 años de dictadura y atrasos causados por el régimen de Juan Vicente Gómez, el boom petrolero hizo resurgir a toda una nación causando una explosión a todos los niveles, sociales, económicos, culturales, etc. Es a partir de este momento cuando los músicos venezolanos arrancan con fuerza.

En las décadas de los 40 y 50, debido al crecimiento económico, Venezuela se convirtió en la segunda tierra de mucho músicos y productores extranjeros como es el caso de Kilo Mendive, Héctor “Cabrerita” Cabrera, Luís “Tata” Guerra, Luís “Billo” Frómeta, entre otros. Fue éste último quién creó escuela y con su formato de gran orquesta y un repertorio nuevo y original marcó toda una generación en las pistas de baile, con su “Billo’s Caracas Boys”. Hubo otras orquesta que también marcaron época, como la de Luís Alfonso Larrain, pero fue Billo quien se llevo en gato al agua.

Otro punto importante en la historia musical venezolana tiene que ver con el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez (1958). Empieza una nueva etapa musical en la que las grandes orquestas pierden fuelle debido a sus grandes costes y aparecen en escena grupos de pequeño formato, como los combos y los sextetos. En esta época sobresalen tres grupos importantísimos: El Sexteto Juventud, Los Dementes de Ray Pérez y Federico y su Combo.
…Y se hizo la “Salsa”Agrupar toda una serie de ritmos afrocaribeños bajo el nombre de “Salsa” en Venezuela fue una ocurrencia del locutor Phidáis Danilo Escalona, más conocido como “El Bigotón”, quien en su programa radial “La hora de la Salsa, el sabor y el bembé” retransmitido a lo largo de 3 años en Radio Difusora Nacional de Venezuela (y patrocinado por una gran empresa de salsa de tomate) presentaba a distintos grupos de exponentes de la música caribeña. La gente comenzó a relacionar la hora de la salsa (que gozaba de un horario estelar por su alta audiencia) con el tipo de música que allí se mostraba y se quedó con ese nombre. Aunque este es un tema muy polémico que también abordaremos con más calma.
La “Dimensión” de los 70

En la década de los 70 aparecería una de las orquesta más emblemáticas de la historia salsera de Venezuela, La Dimensión latina con el sonero del mundo a la cabeza, Oscar Emilio D’León, pero la historia de este venezolano universal merece ser tratada con profundidad en un capítulo aparte. También en esta década resalta la agrupación del Trabuco Venezolano, liderado por Alberto Naranjo. Ésta agrupación se convirtió en el epicentro de los grandes músicos venezolanos, como Rafael Velásquez, Carlos “Nene” Quintero, Orlando Poleo, entre otros.
Otros grupos que se han ido agregando a la historia musical venezolana, debido a su gran calidad, han sido: Grupo Mango, Grupo Madera y sobretodo la súper orquesta GUACO, la cual ha sabido crear su propio sello que la hace resaltar a nivel mundial, no para el gran público, pero sí para los melómanos y los grandes músicos salseros internacionales.
Además de los músicos nativos, Venezuela tuvo siempre un gusto exquisito por la salsa brava que se hacía en Nueva York y Puerto Rico. Héctor Lavoe, Willie Colón, Richie Ray y Bobby Cruz y la Fania en pleno, eran himnos que se escuchaban en las barriadas y con los que la gente del pueblo se identificaba porque para la alta sociedad venezolana, la salsa era música de “tierrúos” (marginales).
Todo ésto dio como resultado que el pueblo venezolano se convirtiera en uno de los más exigentes dentro de la salsa. Hasta el mismísimo Rubén Blades dijo una vez en el Teatro Teresa Carreño de Caracas que cuando se lanzaba un disco, los músicos decían que si pegaba en Venezuela, el éxito estaba garantizado.
Los 80, el declivePero eso no duró mucho tiempo. En los 80 llegó la salsa erótica, sin fuerza, sin garra, con sus letras ñoñas y su swing “baladoso” que enfrió a los salseros. El merengue se apoderó del mercado con músicos como Wilfrido Vargas, Fernandito Villalona, Bonny Cepeda, La Patrulla 15…y más tarde, el tecno-merengue de Proyecto 1, Lisa M, y Sandy y Papo…ya venían modificando el gusto de las nueva generaciones y educándoles el oído para la futura incursión del reggaeton. Sin embargo, en los 90, Salserín, Los Adolescentes, Servando y Florentino, entre otros grupos peleaban por mantener el género y lograron darse a conocer en el exterior. Sobre todo “Adolescentes” rescató la salsa dura y eso gustó y sigue gustando.

Hoy en día, con las nuevas generaciones, todo esto ha cambiado un poco. Ahora el reggaeton ha tomado el poder dentro de la juventud venezolana dejando en un segundo plano a la salsa. Para ellos, éste género está considerado para la gente mayor y es por esto que tampoco la proliferación de éste sea muy abundante hoy en día. Sobresalen agrupaciones como la de Alfredo Naranjo y su Guajeo, Joel Uriola con su Bailatino, entre otras. Debido a esto, la salsa que más suena hoy en día en Venezuela es la década dorada, la de los 70, como puede comprobar cuando visité ese país. No pude encontrar nada nuevo, todo era de esta época, pero tampoco me importó demasiado, lo gocé igual con mi traguito de ‘Ron Pampero’ al lado.

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