1.- Guantes blancos. Las redes del futbol
Félix Fernández Christlieb
México, Ficticia, 0000, Ediciones del Futbolista, 217 p.ISBN 968-5382-12-3
"Son pocas las oportunidades que se presentan para conocer de primera mano el testimonio escrito de un grande del deporte. En el futbol, son pocos los casos de jugadores capaces de llevar a buen puerto semejante empresa. Fernández Christlieb (1967), flamante portero de la selección nacional (1993 a 1996) y campeón con el Atlante en 1991 y 1993, se ha dado a la tarea de plasmar muchas de sus inquietudes como jugador y persona. Los temas tratados abarcan un amplio espectro que va desde la reflexión sobre los aspectos humanos del futbol -como la pasión por el deporte o la multiplicidad de sentimientos ante el retiro- hasta sus anécdotas de justas mundialistas y concentraciones como seleccionado nacional. Esta antología es doblemente valiosa: contiene información de primera mano y muestra el aspecto creativo de un futbolista fuera de las canchas. Fernández corre con suerte pues, portero sin suerte, no es portero."
2.- La preparación física en el futbol. 674 programas
Ariel González
México, Trillas, 0000, 380 p.ISBN 968-24-6485-4
"La preparación física representa el sesenta por ciento del entrenamiento semanal de un equipo de futbol, más importante aún que la dirección técnica, como ilustra este manual"
"En el desarrollo del entrenamiento requieren tomarse a diario decisiones no predecibles..."" Llegamos a la ciudad de Washington, D. C., para enfrentar un partido amistoso contra la selección de Estados Unidos. El clima est* como para sentarse frente a una chimenea, con un café bien caliente, inmortalizando cangrejos en la mente y observando la tupida lluvia. Pero la realidad indica que debemos entrenar, a pesar del clima, a pesar de la imposibilidad para realizar la pr*ctica en una cancha y a pesar del hotel en que nos hospedamos, pensado sólo para ejecutivos. De pronto se nos informa que bajemos a la cancha de raquetbol (apenas mas grande que un squash) para llevar a cabo la practica... Con algunos conos y otros objetos que improvisa en ese pequeño espacio, Ariel González logra que sus 18 seleccionados nacionales realicen un entrenamiento que consigue el objetivo pretendido y queden listos para enfrentar, al día siguiente, un partido de gran exigencia. Éste es tan sólo un ejemplo de esas decisiones ""no predecibles"" que refiere el profesor Ariel en La preparación física en el futbol.Mucho se habla en el futbol acerca de ""las diferentes escuelas"" dentro de la dirección técnica, pero poca referencia se hace a quienes llevan la vanguardia en la preparación física, que en algunas etapas llega a ser hasta del 60 por ciento del total del entrenamiento semanal de un equipo. Un icono incuestionable dentro de esta área es precisamente el profesor Ariel González, quien en su libro, dividido en dos partes (introducción teórica y programas) y diez capítulos, comparte 674 programas de entrenamiento que abarcan: resistencia aeróbica, velocidad-resistencia, velocidad, fuerza, fuerza de salto, fuerza de carrera y movilidad. Todos ellos ""han sido realizados y 'sufridos' por jugadores de futbol, tanto principiantes como seleccionados nacionales, y quizá en esto resida su fuerza y realismo"".Antiguamente la preparación física en el futbol era responsabilidad de quien se llamaba ""entrenador"" y se basaba exclusivamente en la carrera de distancia con algunas pequeñas variantes. Hoy aquel ""entrenador"" ha pasado a ser el director técnico y quien verdaderamente entrena al equipo no es otro que el preparador físico, que por cierto en pocos casos fue futbolista profesional, a diferencia de los directores técnicos.Cada capítulo de la obra define de manera concisa el concepto que abarca, a manera de introducción, antes de abordar la gran variedad de ejercicios que incluye. Así, tenemos que la condición ""constituye el requisito imprescindible para realizar el acto deportivo motor con la fuerza, la velocidad, la duración y la amplitud adecuadas que el gesto técnico requiere""; que la resistencia aeróbica es ""la capacidad del organismo de realizar, durante un periodo prolongado, un ejercicio a velocidad media"", o que la fuerza de salto ""tiene por objetivo mejorar la capacidad de aplicar un máximo de fuerza en el menor tiempo posible"".Con su característico sombrero, su bicicleta, su pequeña cámara de fotos, sus constantes onomatopeyas (tic, tic, tic; pa, pa, pa; taca, taca, taca, etcétera), su plática siempre bien fundamentada y sus extraordinarios asados, el profesor Ariel González, nacido en Argentina, con múltiples estudios en Alemania y de orígenes deportivos ajenos al futbol, ha formado ya a una generación de preparadores físicos que son parte del cuerpo técnico en varios equipos en las diferentes divisiones profesionales de nuestro balompié. Y es precisamente esa formación más lejana del futbol y más cercana a las pistas de tartán la que permite a Ariel hacer del futbolista un atleta más completo, potenciando las cualidades individuales del jugador y nivelando cualquier rezago a través de trabajos complementarios individuales, inspirados en otros deportes.Los preparadores físicos, al igual que los doctores, hablan el idioma de la tecnocracia, tan incomprensible para el futbolista sin aula, a quien se le explican los efectos del trabajo, del medicamento o de la lesión. Los preparadores físicos son los estudiosos, presentan siempre buenas notas y tienen en manos de su conocimiento la desenfrenada tendencia del futbol moderno: más físico, menos técnico. Si usted es preparador físico, seguramente ya conoce La preparación física en el futbol y, por supuesto, al profesor Ariel González. Pero si aún no lo es y le interesa sumergirse en este campo, le puedo asegurar que los 674 programas de este libro (que incluyen objetivos, tiempos, material y espacio en cada recuadro) son tan claros que hasta un neófito como yo podría impresionar a un equipo de futbol haciéndose pasar por preparador físico, aunque al momento de la improvisación que desnuda la realidad del conocimiento y la extensa preparación académica que posee cada uno de ellos, quedaría irremediablemente en ridículo."
"En el desarrollo del entrenamiento requieren tomarse a diario decisiones no predecibles..."" Llegamos a la ciudad de Washington, D. C., para enfrentar un partido amistoso contra la selección de Estados Unidos. El clima est* como para sentarse frente a una chimenea, con un café bien caliente, inmortalizando cangrejos en la mente y observando la tupida lluvia. Pero la realidad indica que debemos entrenar, a pesar del clima, a pesar de la imposibilidad para realizar la pr*ctica en una cancha y a pesar del hotel en que nos hospedamos, pensado sólo para ejecutivos. De pronto se nos informa que bajemos a la cancha de raquetbol (apenas mas grande que un squash) para llevar a cabo la practica... Con algunos conos y otros objetos que improvisa en ese pequeño espacio, Ariel González logra que sus 18 seleccionados nacionales realicen un entrenamiento que consigue el objetivo pretendido y queden listos para enfrentar, al día siguiente, un partido de gran exigencia. Éste es tan sólo un ejemplo de esas decisiones ""no predecibles"" que refiere el profesor Ariel en La preparación física en el futbol.Mucho se habla en el futbol acerca de ""las diferentes escuelas"" dentro de la dirección técnica, pero poca referencia se hace a quienes llevan la vanguardia en la preparación física, que en algunas etapas llega a ser hasta del 60 por ciento del total del entrenamiento semanal de un equipo. Un icono incuestionable dentro de esta área es precisamente el profesor Ariel González, quien en su libro, dividido en dos partes (introducción teórica y programas) y diez capítulos, comparte 674 programas de entrenamiento que abarcan: resistencia aeróbica, velocidad-resistencia, velocidad, fuerza, fuerza de salto, fuerza de carrera y movilidad. Todos ellos ""han sido realizados y 'sufridos' por jugadores de futbol, tanto principiantes como seleccionados nacionales, y quizá en esto resida su fuerza y realismo"".Antiguamente la preparación física en el futbol era responsabilidad de quien se llamaba ""entrenador"" y se basaba exclusivamente en la carrera de distancia con algunas pequeñas variantes. Hoy aquel ""entrenador"" ha pasado a ser el director técnico y quien verdaderamente entrena al equipo no es otro que el preparador físico, que por cierto en pocos casos fue futbolista profesional, a diferencia de los directores técnicos.Cada capítulo de la obra define de manera concisa el concepto que abarca, a manera de introducción, antes de abordar la gran variedad de ejercicios que incluye. Así, tenemos que la condición ""constituye el requisito imprescindible para realizar el acto deportivo motor con la fuerza, la velocidad, la duración y la amplitud adecuadas que el gesto técnico requiere""; que la resistencia aeróbica es ""la capacidad del organismo de realizar, durante un periodo prolongado, un ejercicio a velocidad media"", o que la fuerza de salto ""tiene por objetivo mejorar la capacidad de aplicar un máximo de fuerza en el menor tiempo posible"".Con su característico sombrero, su bicicleta, su pequeña cámara de fotos, sus constantes onomatopeyas (tic, tic, tic; pa, pa, pa; taca, taca, taca, etcétera), su plática siempre bien fundamentada y sus extraordinarios asados, el profesor Ariel González, nacido en Argentina, con múltiples estudios en Alemania y de orígenes deportivos ajenos al futbol, ha formado ya a una generación de preparadores físicos que son parte del cuerpo técnico en varios equipos en las diferentes divisiones profesionales de nuestro balompié. Y es precisamente esa formación más lejana del futbol y más cercana a las pistas de tartán la que permite a Ariel hacer del futbolista un atleta más completo, potenciando las cualidades individuales del jugador y nivelando cualquier rezago a través de trabajos complementarios individuales, inspirados en otros deportes.Los preparadores físicos, al igual que los doctores, hablan el idioma de la tecnocracia, tan incomprensible para el futbolista sin aula, a quien se le explican los efectos del trabajo, del medicamento o de la lesión. Los preparadores físicos son los estudiosos, presentan siempre buenas notas y tienen en manos de su conocimiento la desenfrenada tendencia del futbol moderno: más físico, menos técnico. Si usted es preparador físico, seguramente ya conoce La preparación física en el futbol y, por supuesto, al profesor Ariel González. Pero si aún no lo es y le interesa sumergirse en este campo, le puedo asegurar que los 674 programas de este libro (que incluyen objetivos, tiempos, material y espacio en cada recuadro) son tan claros que hasta un neófito como yo podría impresionar a un equipo de futbol haciéndose pasar por preparador físico, aunque al momento de la improvisación que desnuda la realidad del conocimiento y la extensa preparación académica que posee cada uno de ellos, quedaría irremediablemente en ridículo."
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